Esta gran obra del maestro Rodrigo Arenas Betancourt la conocí desde niño y siempre me ha gustado. Esta obra está llena de signos por donde se mire. De manera adicional admiro la ingeniería civil involucrada que mantiene todo ese conjunto en el aire. Recomiendo visitarla y ojalá tengan la dicha de encontrar su fuente trabajando, ya que hace ver la obra mucho más espectacular.