Un desastre de principio a fin que no llega, el traslado irrespetuoso y atarbán del cadaver, hasta la elaboración de comprobantes de pago (con error), entrega de facturas demoradas y tramitología, burocracia inútil, comunicación con la gerencia imposible, falta de sentido práctico y humanitario, etc..

Es un lugar muy tranquilo. Aquí reposan los restos de mi hijo Brian José Vargas. El lugar es muy seguro, a la entrada encontramos guardas de Vigilancia continúa. Hay cámaras. Puede uno visitar a sus familiares ya fallecidos y pasar el día allí. También hay restaurantes alrededor con precios económicos.

Cementerio en la vía mamatoco

A pesar de ser un lugar agradable, el servicio es pésimo, la señora que organiza literal “nos sacó” de la capilla corriendito, la empatía se les embolató!Igual en la sala de cremación, el hombre nos corrió de mala manera y nos despacharon porque aham… negocio es negocio y no hay lugar a sentimentalismos!!!NO LOS RECOMIENDO.