Tenía muchas ganas de conocer este lugar y recién pude visitarlo. Estaba repleto y tuve que preguntar si había espacio disponible. La mesera dijo “hay una mesa pero está sin limpiar” y nos acomodó. Noté que no había ninguna música ambiental, solo se escuchaba el ruido de la cocina y las conversaciones de las personas. Para ser un lugar de comida mexicana, le falta más vivacidad.Las personas que habían ya parecían estar comiendo. Al preguntar por la carta, dijo que no tenían, que solo lo que estaba en los carteles. Como solamente tiene los nombres de los platos, tuve que preguntar por los ingredientes, porciones y precio. Me dijo que no tenían sino “algunas poquitas cosas”. Hice el pedido para una persona (unos tacos y una limonada). Me dijo que solo había un tipo de carne porque todo se había acabado. Llegaron dos mesas después y sus pedidos salieron primero. Tuve que esperar 50 minutos para que sirvieran cuatro tacos llenos de caldo y con una carne seca.Las porciones no corresponden con un plato que sirven de fuerte. ¿Y el precio? Bueno, esperarías que pagando un plato principal al menos quedes satisfecho, pero no. El personal tenía una actitud súper displicente, la cocina se veía desordenada: carnes, basura, aguacates a medio pelar… definitivamente decepcionado de la experiencia.

Mi experiencia en este lugar fue buena, rápido el servicio y la orden tal como la pedimos. En cuanto a la calidad de la comida, no es deslumbrante, la calidad de las tortillas podría ser mejor lo cual mejoraría mucho la experiencia de comida mexicana.

Excelente lugar, los productos son de la mejor calidad, los mejores de la región. Super recomendado