Es un lugar muy tranquilo y con una espectacular vista, aunque hace mucho frío, no es algo que una caminata o un recorrido en bici no pueda arreglar, claro con un buen abrigo.
Una huerta organica en una familia silletera todo un encanto que entrega el aire a la cultura de santa ekena y sus alrededores, valela pena pararse y preguntar por los vegetales.